segunda-feira, 9 de agosto de 2010

Imaginate


Imagínate que el mundo giraba al contrario y en vez de andar con las piernas nos servíamos del ante brazo para cruzar la calle y de la cabeza para cambiar de sentido, llena de sueños e ilusiones.
Imagínate tener placer solo con hablar cayendo de tu boca palabras mojadas sin sentido.
Imagínate perderte en mis brazos como si no hubiese mañana. Beber de mi la esencia que te ilusiona y te da fuerza, esperanza y vigor.
Imagínate cruzar esos mismos brazos sin luchar nunca y acojonarte por ninguna razón.
Imagínate envidiar a todo aquel que el amor ha encontrado y escucharte en el silencio de la noche mientras la razón te llama de las oscuras cavernas del ser. Quiero creer en eso pero la ilusión nos mata el alma y nos rompe el corazón.
Imagínate quedarte debajo de la lluvia y no mojarte, acreditar que todo que pertenece a la naturaleza te pertenece a ti. Los árboles, el sol, el viento que solo sopla por ti y solamente para admirarte.
Imagínate leyendo un romance, absorbiendo todas las sensaciones como si fueran parte de ti y al fin sentirte como un personaje de película. Poder contemplar la belleza en varias formas, el miedo en muchas situaciones, el amor en muchos palcos.
Imagínate poder comprar la libertad por momentos y decidir no vivirla con miedo a defraudarte. Y el amor, poder comprarlo como si se vendiese en una tienda a precio de rebaja.
Imagínate besarme, mordisqueándome los labios y pidiendo perdón por eso cuándo el placer es mío y no desisto nunca de él.
Imagínate cruzar caminos y vagones de tren solo para encontrarme en el abismo de tu consciencia amargueada y muerta de hambre.
Imagínate besándome bruscamente usando la lengua como un accesorio indispensable en la busqueda por el placer. Castigándome por mis comportamientos poco ortodoxos pero que abren camino a nuestra relación, a todo esto.
Imagínate ojearme todos los días y descubrir cada parte, cada simbología de mi cuerpo, cada rancor de mi alma, cada defecto y virtud y constatar que me conoces tan bien como yo misma.
Pensar en tocarme de lejos, en poder mirarme a distancia, en tener envidia de todos aquellos que pueden apoderarse de mí.
Imagínate enloquecer solo porque te falta un beso, un toque de mis manos, la inspiración para escribirme, la razón para estar conmigo, una noche de sexo fatal en la que caigamos por fin.
Imagina mi cuerpo caliente en el frio de la noche salvaguardándote de la tempestad y de la neblina nocturna mientras dormimos en la playa después del placer más intenso, del calor más árido.
Imagina la luna poniéndose cuándo aun no hay camino a seguir. Nos perdemos mientras el beso nos toca los labios y la pasión nos besa el alma. Son solo sentimientos sin futuro los que sentimos hoy: la sensualidad, el rumor, la magia…Todo porque no hay medios que rompen este hechizo que me mantiene cautiva de ti.